


Living On One. (2012). Rosa Coj Bocel en su toga y birrete de graduación, junto a otra mujer usando un traje regional guatemalteco [Fotografía]. Living on One Dollar. http://www.livingonone.org/living-on-one-dollar/en/
Por María José Hernández* y Samara Castro**
La realidad del sistema educativo guatemalteco presenta desafíos complejos que contrastan con este ideal normativo. A pesar de los avances globales en la matrícula persisten profundas brechas de género influenciadas por estructuras sociales y culturales. Este análisis aborda la disparidad entre el sólido fundamento legal y las barreras psicosociales que históricamente han limitado la plena participación de la mujer en la educación superior guatemalteca.
Sin embargo, para comprender la magnitud de la brecha de género y los obstáculos que aún persisten es fundamental estudiar la realidad en la que se asienta el sistema, el acceso a la educación en Guatemala se encuentra fundamentado en su marco jurídico, el cual la establece como un pilar del desarrollo social. Este compromiso se refleja en la Constitución Política de la República de Guatemala, que reconoce la educación como un derecho humano fundamental y una obligación del Estado. La Ley de Educación Nacional (Decreto 12-91) complementa este precepto al sentar las bases del sistema educativo y hacer obligatoria la educación primaria.
Por otro lado, la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Decreto 27-2003) refuerza la obligación de crear las condiciones necesarias para que la niñez y adolescencia ingrese y permanezca en las escuelas. Estos documentos legales son considerados instrumentos de cambio social, ya que su aplicación rigurosa y su debido respeto podrían hacer que la sociedad sea más justa, igualitaria y equitativa.
A nivel internacional la Declaración Mundial sobre la Educación Superior XXI refiere que la enseñanza superior abarca todos los tipos de educación (académica, profesional, técnica, artística, pedagógica, a distancia, etc.) impartida por universidades, institutos tecnológicos, escuelas normales, etc., que habitualmente están destinadas a estudiantes que han terminado la enseñanza secundaria y cuyo objetivo educativo es la adquisición de un título, un grado, un certificado o un diploma de enseñanza superior (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2021).
La Política de Equidad de Género en la Educación Superior, concretamente en su marco conceptual, señala que la igualdad de género en la universidad, orienta a una educación inclusiva que no discrimine por motivos de género, etnia, clase o edad; orienta a las condiciones de ingreso y permanencia de las mujeres en la vida universitaria como estudiantes, docentes, investigadoras y administrativas; lo que significa justicia como reconocimiento y valoración de su aporte y derechos, participación en igualdad de condiciones. (Universidad de San Carlos de Guatemala, 2008).
Por lo tanto, la limitación de acceso a educación superior y técnica tiene relación con la estructura social y cultural. No obstante, los avances históricos en favor de los derechos de las mujeres, la elección de carreras como la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas están sujetas a los estereotipos sociales. Aunque las mujeres han aumentado su participación en la educación superior, persisten brechas, especialmente en algunas regiones, y hay una sobrerrepresentación en algunas áreas como humanidades y una subrepresentación en otras.
Gráfico 1: Porcentaje de mujeres matriculadas en educación superior en el año 2024

Fuente:Instituto Nacional de Estadística (INE) 2024
La gráfica muestra que, en el año 2024, el sector de educación superior en Guatemala alcanzó una matrícula total de 382,327 estudiantes, con una mayoría femenina significativa
mujeres matriculadas: 209,678 (54.9%) hombres matriculados: 172,649 (45.1%). Este dato revela un incremento sostenido en la participación de mujeres, quienes ahora representan la mayoría del estudiantado en este sector, lo cual marca un cambio importante respecto a décadas anteriores donde predominaba la matrícula masculina.
Según la Primera Encuesta Nacional de Juventud en Guatemala, realizada en 2011 por la Secretaría Ejecutiva de Servicio Cívico, las variables que más afectan el ejercicio del derecho a la educación son la condición socioeconómica, la etnicidad y el sexo, dado que, por lo general, las mujeres presentan menores niveles de escolaridad que los hombres. (Rouanet Guzmán de Núñez, 2023). Por lo tanto, la posición de las mujeres en Guatemala está determinada por relaciones sociales, políticas y económicas, reproducida por factores de desigualdad.
Gráfico 2: Estadística de Educación Formal

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) 2024
En el año 2023, el sistema de educación formal en Guatemala registró una matrícula total de 4,298,887 estudiantes, con una distribución por sexo casi equilibrada: niñas: 2,131,268 (49.6%), niños: 2,163,617 (50.4%). Aunque la diferencia porcentual parece mínima a nivel global, al desagregar por niveles educativos, se evidencia una menor participación de las niñas en los ciclos iniciales.
Los datos del informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) revelan que la desigualdad de género persiste en la educación superior a nivel mundial. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2021). Sin embargo, realiza un análisis de los avances históricos para posicionar a la mujer en la lucha constante por romper estas brechas.
Aun así, este informe resalta que hay un incremento de la participación de la mujer en la educación superior en las últimas décadas; se ha producido un rápido aumento del nivel de estudios superiores en todo el mundo. La inversión de la brecha de género en la educación se produjo de la mano del considerable aumento del nivel educativo (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2021).
El aumento antes mencionado se triplicó a escala mundial entre 1995 y 2018. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2020). Los datos del Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) señalan que, entre 2000 y 2018, la tasa bruta de matriculación (TBM) en la enseñanza superior en el caso de los hombres aumentó del 19% al 36 %, mientras que en el caso de las mujeres se incrementó del 19 % al 41.5 %.
Gráfico 3: El avance hacia la paridad de género, desigualdad entre regiones y niveles
de educación.

Fuente: UNESCO (2020)
El concepto de paridad en este tipo de gráficos se refiere a una participación equilibrada e igualitaria de hombres y mujeres, el índice de paridad de género (IPG) Mide la proporción de mujeres con respecto a hombres en un indicador específico, en este caso la matricula escolar.
En el gráfico anterior se debe comprender que la paridad de género es casi universal, a través de tres niveles educativos: Educación Primaria, Educación Secundaria y Educación Superior. En la educación primaria un valor superior a 1.00 indica una ventaja para las niñas (sobrerrepresentación femenina), y un valor inferior a 1.00 indica una ventaja para los niños (sobrerrepresentación masculina). representado por la línea negra, se interpreta que la paridad ha sido alcanzada.
En la educación secundaria la situación es más variada, la paridad global (línea negra) se mantiene ligeramente por debajo, en América latina y el Caribe existe una matricula de niñas por encima del 1.00, y las regiones en desventaja como África y Centro Sur de Asia muestran mayores disparidades.
En la educación superior se muestra las mayores disparidades y las tendencias más divergentes en la paridad global (línea negra) está claramente por encima del 1.00 y ha crecido indicando una ventaja femenina a nivel global. Oceanía, América Latina y El Caribe y Europa y América del Norte están muy encima de la paridad. En África y Centro sur de Asia vemos como se encuentra en desventaja como en los niveles anteriores por lo que han sido los que menos han progresado.
Por lo tanto, las mujeres han sido las principales beneficiarias del rápido aumento de la matriculación en la educación superior, y constituyen así la mayoría de los estudiantes universitarios en todas las regiones, excepto en el África Subsahariana. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2020). Concretamente, las desigualdades de género en la educación superior en todo el mundo se han invertido durante las últimas décadas. Las mujeres han avanzado considerablemente en el nivel de educación y tienen más probabilidades que los hombres de ampliar su formación y obtener un título de grado y de postgrado (Callister, et al., 2006).
Gráfico 4: Porcentaje de mujeres en el número total de investigadores.

Fuente: UNESCO (2020)
Los datos de este mapa se basan en el número de personas (HC), excepto para el Congo, India e Israel, que se basan en equivalentes a tiempo completo (ETC). Los datos de China se basan en el personal total de I+D, en lugar de en investigadores. Los datos de Brasil se basan en estimaciones.
En el gráfico 4 observamos que las mujeres representan una minoría de los investigadores del mundo. A pesar de la creciente demanda de estadísticas comparables entre países sobre las mujeres en la ciencia, los datos nacionales y su uso en la formulación de políticas suelen ser limitados. Este gráfico señala dónde las mujeres prosperan en este sector y dónde están subrepresentadas.
Los investigadores son profesionales que participan en la concepción o creación de nuevos conocimientos. Realizan investigaciones y mejoran o desarrollan conceptos, teorías, modelos, técnicas, instrumentación, software o métodos operativos en el marco de proyectos, existe un crecimiento sin embargo las mujeres siguen en desventaja en comparación con los hombres.
En Guatemala las mujeres constituyen la mayoría de la población, enfrentan importantes barreras psicosociales que limitan su acceso a la educación, lo que se traduce en altas tasas de abandono escolar y baja participación en niveles superiores. Si bien la ley guatemalteca garantiza la educación como un derecho, las mujeres históricamente han optado por carreras humanísticas y de cuidado, lo que refleja los desafíos sistémicos que aún persisten. La superación de estas barreras es fundamental para lograr una sociedad más justa y equitativa. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2020)
Históricamente, la mayoría de las mujeres que ingresan a la educación superior en Guatemala optan por carreras humanísticas y de cuidado, como Trabajo Social y Ciencias Psicológicas. Un ejemplo de esto se remonta a 1963 en la USAC, donde las facultades con la menor inscripción de mujeres eran Ciencias Médicas (4%), Veterinaria (3%), Ingeniería (1%) y Agronomía (0.6%). En contraste, la Facultad de Humanidades de Occidente tenía un 55% de inscripción de mujeres y la Escuela de Servicio Rural un 40%. En ese año, solo 11 de cada 100 estudiantes eran mujeres (Prensa Libre, 2014).
En la actualidad, aunque las mujeres han logrado equidad en la matrícula, no se observa así en todas las áreas, ya que se concentra en las sociales y humanísticas. Según el INE como se muestra en el gráfico 5, en el 2015, en la USAC y en las privadas, 63 de cada cien estudiantes de Ciencias Médicas eran mujeres; en Ciencias Sociales eran 59 de cada cien, y en Humanidades, 66. En Ingeniería y Tecnología, el 24.3 por ciento de inscritos en carreras de esa área eran mujeres. (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INE], 2015).
Gráfico 5: Porcentaje de participación de las mujeres por área de estudio.

Fuente: INE (2015)
En la USAC, en las carreras que se imparten en la capital, en el 2016 se reporta el mayor número de mujeres: Trabajo Social con 94.3 por ciento; Ciencias Lingüísticas, 76.7; Ciencias Químicas y Farmacia, 73.8; Humanidades, 70.4; y Ciencias Psicológicas, 68.7. Entre las que menos mujeres reportan: Ingeniería; con 16.6 por ciento; Ciencias Físicas y Matemáticas; 18.6 por ciento; Agronomía, 31 por ciento; Centro de Estudios del Mar y Acuicultura; 40.6 por ciento; y Arquitectura, 43.1 por ciento. (Otras voces en Educación) [OVE], 2017).
Si bien los datos de la UNESCO reflejan un aumento de las mujeres en la matrícula a nivel global en comparación de los hombres, en Guatemala revela que la equidad sigue segmentada, aún se evidencian estereotipos sociales, el verdadero desafío radica en implementar estrategias que desmantelen esas barreras culturales y diversifiquen las vocaciones en las mujeres, es un paso fundamental hacia la construcción de una sociedad más justa y equitativa, donde el potencial de cada individuo se reconozca plenamente sin importar su género.
Referencias
Constitución Política de la República de Guatemala [Const.]. Art. 71-74. 31 de mayo de 1985 (Guatemala).
Instituto Nacional de Estadística INE. Encuesta Nacional de Educación 2024. https://www.ine.gob.gt/educacion/
Ley de Educación Nacional, Decreto 12-91, 1991.
Instituto Nacional de Estadística INE. Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos Continua -ENEIC- Principales Resultados Trimestre Octubre a diciembre 2024. https://www.ine.gob.gt/wp-content/uploads/2025/06/ENEIC-IV-2024.pdf
Ley de Educación Nacional, Decreto 12-91, 1991.
Congreso de la República de Guatemala. (2003). Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, Decreto 27-2003.
Manos Unidas. (s.f.). Derecho de la mujer a la educación. https://www.manosunidas.org/observatorio/derechos-mujer/derecho-mujer-educacion
Prensa Libre. (2014, 13 de junio). Toman la delantera. https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/toman-la-delantera/
Otras Voces en Educación OVE. Mujeres toman la delantera en la Educación Superior https://otrasvoceseneducacion.org
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] & Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe IESALC. Hacia el acceso universal a la educación superior: tendencias internacionales https://unesdoc.unesco.org
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] & Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe IESALC. Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género? https://unesdoc.unesco.org
Rouanet Guzmán de Núñez, R. P. (2023). Acciones afirmativas para las mujeres en la educación superior guatemalteca. Revista Historia de la Educación Latinoamericana, 25(40), 89–107. https://www.redalyc.org › journal › html
Universidad de San Carlos de Guatemala. (2008). Política y Plan de Equidad de Género en la Educación Superior 2006-2014. Instituto Universitario de la Mujer (IUMUSAC). https://iumusac.usac.edu.gt/wp-content/uploads/2021/08/Politica-y-Plan-de-Equidad-USAC.pdf
*Estudiante de Maestría en Pedagogía Social
**Estudiante de Maestría en Pedagogía Social
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