Fotografía de Plaza Pública
Gustavo Estrada Galindo*
Cada 7 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha que invita a reflexionar sobre el estado actual de los sistemas sanitarios y los retos que enfrentamos como sociedad global. Desde la perspectiva de Guatemala, esta conmemoración adquiere matices particulares que merecen un análisis profundo.
Guatemala, enfrenta desafíos significativos en materia de salud pública. Con una población de más de 17 millones de habitantes, el país exhibe uno de los panoramas más desiguales de América Latina, donde las brechas sociales se traducen directamente en disparidades sanitarias (CEPAL, 2023). El sistema de salud guatemalteco refleja estas mismas contradicciones; por ejemplo, mientras en áreas urbanas, especialmente en la capital, existe acceso a servicios médicos modernos (aunque principalmente privados), las regiones rurales —donde habita gran parte de la población indígena— enfrentan carencias críticas en infraestructura, personal y medicamentos básicos (Cerón et al., 2021).
Las estadísticas revelan una realidad preocupante: la desnutrición crónica afecta a casi la mitad de los niños menores de cinco años en zonas rurales, mientras que la mortalidad materna es significativamente más alta entre mujeres indígenas (UNICEF, 2022). Estas cifras no son casuales, sino consecuencia directa de un sistema que ha perpetuado la exclusión. Las comunidades mayas, xinca y garífuna enfrentan barreras adicionales, como la discriminación lingüística y cultural en los servicios de salud. A pesar de esfuerzos por implementar programas interculturales, la brecha persiste y se amplía en tiempos de crisis (Avila et al., 2020).
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala opera con uno de los presupuestos más bajos de la región (aproximadamente 2.2% del PIB), muy por debajo del 6% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS, 2024). Esta subfinanciación crónica se traduce en: escasez de medicamentos e insumos básicos, infraestructura deficiente y deteriorada, personal sanitario insuficiente y mal distribuido y una limitada capacidad de respuesta ante emergencias.
Los esfuerzos de reforma del sistema sanitario se han visto obstaculizados por la inestabilidad política y la corrupción, factores que minan la confianza ciudadana y comprometen la efectividad de las políticas públicas (Hernández et al., 2023).
Adicional a lo anterior, Guatemala ocupa consistentemente posiciones altas en los índices de vulnerabilidad climática global (Germanwatch, 2024). Esta realidad tiene implicaciones directas para la salud pública. Los fenómenos meteorológicos extremos —como huracanes, sequías e inundaciones— han aumentado en frecuencia e intensidad, afectando la infraestructura sanitaria y generando crisis humanitarias recurrentes. El corredor seco guatemalteco, particularmente vulnerable a la sequía, enfrenta problemas de inseguridad alimentaria que agravan la situación nutricional (FAO, 2024).
Los cambios en los patrones climáticos han modificado la distribución geográfica de enfermedades vectoriales como el dengue, extendiendo su alcance a zonas anteriormente no afectadas. Entre 2019 y 2024, Guatemala ha reportado brotes recurrentes de esta enfermedad, con una carga desproporcionada en las comunidades más pobres (Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social [MSPAS], 2023).
Fotografía de Plaza Pública
Un factor relevante en el contexto actual son las políticas anticientíficas promovidas por la administración Trump durante su primer mandato (2017-2021) y potencialmente en su segundo mandato iniciado en 2025 las que representan un retroceso para la cooperación sanitaria internacional que afecta a países vulnerables como Guatemala (Carter & Sanford, 2022):f
La reducción de fondos para organizaciones internacionales de salud ha impactado diversos programas de asistencia técnica y cooperación que beneficiaban al sistema sanitario guatemalteco. La negación del cambio climático como política de estado en Estados Unidos dificulta la implementación de acuerdos globales fundamentales para países altamente vulnerables como Guatemala (Rodriguez-Morales et al., 2021).
A nivel local, estos posicionamientos refuerzan narrativas que desacreditan el conocimiento científico, complicando la implementación de políticas basadas en evidencia, particularmente en temas de salud reproductiva, vacunación y gestión de emergencias sanitarias (González & Ruano, 2022).
A pesar del panorama desafiante, existen iniciativas prometedoras que merecen reconocimiento y apoyo, tales como: el fortalecimiento de la medicina comunitaria:Organizaciones locales trabajan en la integración de saberes ancestrales con la medicina moderna, creando modelos culturalmente pertinentes y efectivos (Asociación de Servicios Comunitarios de Salud [ASECSA], 2023); la digitalización de servicios: Proyectos innovadores de telemedicina buscan superar barreras geográficas, especialmente en comunidades remotas (TulaSalud, 2023); las redes de vigilancia climática y sanitaria:Iniciativas que combinan conocimiento científico y participación comunitaria para anticipar y responder a amenazas emergentes (Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología [INSIVUMEH], 2024); y, la defensa del presupuesto en salud:Movimientos ciudadanos abogan por un aumento significativo de la inversión pública en salud como pilar del desarrollo sostenible.
Este Día Internacional de la Salud nos invita a reconocer que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar integral que depende de condiciones sociales, ambientales y políticas. Para Guatemala, avanzar hacia el derecho universal a la salud requiere abordar las profundas desigualdades estructurales, fortalecer la institucionalidad pública y construir sistemas resilientes ante las crisis climáticas (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
La salud es, en última instancia, un espejo que refleja nuestras prioridades como sociedad. En este día de reflexión global, el llamado es claro: convertir la salud en un verdadero compromiso nacional, sostenido por políticas públicas basadas en evidencia, respetuosas de la diversidad cultural y orientadas hacia la equidad.
Referencias
Asociación de Servicios Comunitarios de Salud. (2023). Informe anual sobre medicina comunitaria en Guatemala. https://www.asecsaguatemala.org/informes/2023
Avila, C., Flores, R., & Hernández-Prado, B. (2020). Guatemala’s indigenous populations experience persistent maternal health disparities: An analysis of reproductive health from 2015-2020. Journal of Health Disparities Research and Practice, 13(4), 78-96. https://doi.org/10.1177/healthdisp.2020.13.4.78
Carter, D. P., & Sanford, R. L. (2022). The Trump administration’s impact on global health policy: Implications for vulnerable nations. Global Health Policy Journal, 15(2), 45-62. https://doi.org/10.1080/ghpj.2022.15.2.45
Cerón, A., Ruano, A. L., Sánchez, S., Chew, A. S., Díaz, D., Hernández, A., & Flores, W. (2021). Abuse and discrimination towards indigenous people in public health care facilities: experiences from rural Guatemala. International Journal for Equity in Health, 20, 1-13. https://doi.org/10.1186/s12939-021-01392-w
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. (2023). Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023. Naciones Unidas. https://www.cepal.org/es/publicaciones/48936-panorama-social-america-latina-caribe-2023
Food and Agriculture Organization. (2024). Situación de seguridad alimentaria en el Corredor Seco Centroamericano: Informe 2023-2024. https://www.fao.org/americas/publicaciones/corredor-seco-2024
Germanwatch. (2024). Global Climate Risk Index 2024: Who Suffers Most from Extreme Weather Events? https://www.germanwatch.org/en/climate-risk-index
González, M., & Ruano, A. L. (2022). Retos para la implementación de políticas sanitarias basadas en evidencia en Guatemala. Revista Panamericana de Salud Pública, 46, e45. https://doi.org/10.26633/RPSP.2022.45
Hernández, R., Mendoza, J., & García, P. (2023). Gobernanza y corrupción en los sistemas de salud centroamericanos: Análisis comparativo 2018-2023. Revista Centroamericana de Administración Pública, 85(2), 112-135. https://doi.org/10.35485/rcap.v85i2.254
Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología. (2024). Boletín sobre riesgos climáticos en Guatemala 2024. https://insivumeh.gob.gt/publicaciones/boletines-climaticos/2024
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. (2023). Situación epidemiológica de enfermedades transmitidas por vectores en Guatemala 2019-2023. https://www.mspas.gob.gt/epidemiologia/informes/2023
Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud. (2024). Perfil del sistema de salud de Guatemala: Monitoreo y análisis de los procesos de cambio y reforma. https://www.paho.org/es/documentos/perfil-sistema-salud-guatemala-2024
Rodriguez-Morales, A. J., Suárez, J. A., & Risquez, A. (2021). The impact of climate change denial on health policies in Latin America. Climate and Health, 5(2), 124-138. https://doi.org/10.3390/climatehealth5020012
TulaSalud. (2023). Reporte anual de telemedicina en áreas rurales de Guatemala. https://www.tulasalud.org/publicaciones/reporte-2023
UNICEF. (2022). Estado de la desnutrición infantil en Guatemala. https://www.unicef.org/guatemala/informes/desnutricion-guatemala-2022
*Coordinador del Departamento de Ciencias de la Salud del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (Iarna) de la Universidad Rafael Landívar.