Monitoreo de coyuntura

Ja loq’olaj ya’ winaqirisaneel k’aslemaal, – el agua sagrada, formadora de vida

Texto de Ajpub’ Pablo García Ixmatá

«Ja loq’olaj ruwach’uleew jala’ jun quuleew qaxoraal 
ruuk’u’x ruwinaqiil qawinaqireem
kiwinaqireem taq chikop chee’ aab’aj 
chajajaa’ ronojeel ja loq’olaj taq ya’ 
nqaaqum noqruuch’aj noqruloq’ooj

«Ja loq’olaj ruwach’uleew, la naturaleza preciosa o sagrada,
es nuestro territorio, 
es nuestro espacio de convivencia,
 esencia o centro de nuestra existencia, 
la existencia de los animales, los árboles, las piedras, 
y todas las aguas preciosas que bebemos, nos limpian y nos estimulan la vida» 
(Taa’ Maryaan. comunicación personal, 15 de octubre de 2018)

En el mundo actual, el tema del agua ha generado preocupaciones y conflictos entre pueblos, empresas transnacionales y nacionales. Dicho problema es marcadamente provocado por las empresas que han desviado los caudales de ríos en muchos territorios, principalmente de los pueblos originarios, en donde el agua sagrada es calificada como una mercancía. Este calificativo es ofensivo y supone una falta de respeto desde el pensamiento y la cultura de los pueblos originarios. El agua, desde el pensamiento maya, y como principio, es un ser vivo. Es sagrada, dadora de vida, tiene k’u’x corazón, esencia y espíritu. Por lo tanto, siente y dialoga con los otros seres. Este principio es esencia en la vida, en la organización comunitaria y del pueblo. Conociendo y sabiendo aplicar, se genera el diálogo con los guardianes y dueños de Loq’olaj ruwach’uleew-naturaleza sagrada. Son los que vigilan los cuatro puntos y lados del universo, los generadores de vida, la belleza, la claridad, la seguridad de la vida, el fuego, el agua, y el aire.

El agua entonces tiene conexión directa con la vida del winaq-ser y los otros seres. Dicha conexión sagrada, está representada en el espacio sagrado donde se engendra la vida del winaq-ser, en el agua o líquido amniótico desde el vientre de la madre. Esto es una muestra clara de que el agua es sagrada.  Por lo tanto, el agua que corre sobre y debajo de la tierra, pasa generando vida en otros seres sobre y dentro del Loq’olaj ruwach’uleew-naturaleza sagrada.

Por eso, el diálogo y el permiso para entretejer la vida entre el agua y la vida de los seres es importante. Dialogar todos los días y ofrendar cada veinte días para mantener la comunicación entre los guardianes y dueños del agua, es importante para la vida del winaq-ser y del Loq’olaj ruwach’uleew– naturaleza sagrada. Ofrendas que pueden ser flores, candelas, y comida son algunos elementos que se puede compartir en el espacio donde nace el agua, y donde se puede generar el diálogo.

Las ofrendas para ofrecer dependen de cada comunidad. Esto está relacionado a las costumbres y normas de convivencias en los territorios para iniciar diálogos con los dueños y guardianes del Loq’olaj ruwach’uleew– naturaleza sagrada.

Todas estas prácticas y conocimientos no se han tomado en cuenta en las políticas públicas ni se han considerado en la concepción del derecho humano al agua en Guatemala. Iniciativas de leyes hay varias, pero, no han prosperado en el Congreso de la República por razones obvias e interés de sectores que proliferan el uso del agua sagrada en los distintos espacios y territorios de los pueblos originarios.

Las Naciones Unidas , ente internacional que vela por los derechos humanos, derecho al agua, entre otros derechos, ha establecido el día 22 de marzo para celebrar o concientizar a la población en general, desde diferentes temas, sobre el cuidado del agua. Este año tiene el tema, “el agua para la paz”.  Interesante. Sin embargo, para que esto se logre, el mundo, las familias y gobiernos tienen mucho que conocer y aprender de los principios de vida desde el pensamiento de los pueblos originarios. 

Esto, como punto de partida, para encontrar la paz y el sentir del Loq’olaj ya’– agua sagrada, por supuesto desde un diálogo respetuoso, y desde la cultura y normas propias de los pueblos originarios. Cuando este se logre, se abrirá el camino de la paz, armonía y comunicación constante para el cuidado del agua sagrada, y por supuesto el respeto y la valoración de la vida entre los seres, principalmente la paz desde el k’u’x– corazón del winaq-ser. El diálogo en torno al agua permitirá contrarrestar el constante cambio que sufre el Loq’olaj ruwach’uleew-naturaleza sagrada, y la contaminación de las aguas dulces y saladas. Crear espacios de diálogos de saberes en los distintos niveles de la sociedad, vendrá a cultivar conciencia, paz a las nuevas generaciones sobre el cuidado del agua. El agua sagrada tendrá de nuevo un lugar privilegiado como el centro de vida, en la vida de los seres, de los pueblos y culturas.

Esto quiere decir que el agua será un derecho humano, donde todos tengan acceso de agua saludable, vida saludable, alimentos sanos, y el uso equitativo del agua para el bien común. De esta cuenta, vendrá también el ciclo del agua sana para el mundo.  Se debe aprender entonces, que dentro de la cultura maya tienen el principio, que el agua es un ser y dador de vida, y que todas las cosas tienen vida.  Además, como ser vivo, el agua tiene derecho a ser cuidada. El agua es un derecho humano para la vida del winaq– ser. Sin discriminación, ni exclusión de ninguna naturaleza. Este es el gran desafío para el mundo, los gobiernos, organizaciones, pueblos y culturas.

El desafío es grande también para Guatemala. Sobre todo, lo es en materia de inclusión de los saberes y pensamiento de los pueblos originarios, principalmente en el ámbito legal y en la normativa legal para el cuidado y distribución equitativo del sagrado agua. Es urgente la inclusión de los saberes y pensamiento de los pueblos originarios para la toma de decisiones, para el cuidado del agua, y el cambio acelerado del clima en la naturaleza.  El diálogo es el camino para contrarrestar los abusos y la muerte constante contra nuestros otros hermanos, los árboles, los animales, y toda especie en el seno del Loq’olaj ruwach’uleew-naturaleza sagrada, pero principalmente el agua. Si no se pone un alto, el mismo winaq-ser, genera su propia destrucción. Por la problemática acelerada que sufre el agua y el cambio climático global,  no tenemos que esperar la fecha de 22 de marzo de cada año, para decir que se tiene que cuidar el agua. Debe ser un compromiso de día a día que invite a cuidar, respetar la vida del agua, la vida de los otros seres y saber convivir con ellos. No debemos olvidar que todas las cosas tienen vida, y que una gota de agua es una semilla sagrada para la vida. Desde esa gota de agua se enlaza la vida con la tierra, con la naturaleza, los árboles, los animales, línea del entretejido de la vida con el Loq’olaj Ya’– agua sagrada.

Ja loq’olaj ya’ qaawaay quk’uyaa’
k’o ruwinaqiil, k’aslemaal y ma k’ayixik ta riij ruuwach.
El agua sagrada, es nuestra bebida y nuestra comida
El agua es un ser vivo, es vida y no tiene precio.

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